Casi tres años atrás, comencé a explorar la idea de tener mi propio espacio en internet. Durante la pandemia, en medio de la creciente oferta de actividades en línea para emprendedores, participé en un Mastermind Latino. Este programa me brindó el apoyo necesario para inyectar una nueva visión a mi proyecto creativo, un negocio handmade que llevaba 18 años desarrollando y que ya tenía una modesta presencia en redes sociales desde hacía cinco años. Sin embargo, anhelaba aplicar un enfoque más estratégico para mudarme a la world wide web.

Con frecuencia reflexiono sobre el recorrido y me siento agradecida por la experiencia con el resultado ya puesto en marcha, claramente el trayecto no es lineal. Esta historia inicia en 2021, después del mastermind, con grandes avances en la estrategia de propuesta, cuando obtuve un cupo gratuito para un workshop para armar mi página web con WordPress. Lamentablemente, el taller fue cancelado por falta de participantes.

La mirada en la perspectiva del espacio en la web me impulsó a realizar por mi cuenta mi primer intento en un creador de sitios web gratuito. Mi objetivo inicial no era publicar, sino explorar ideas a través de la escritura en diversos temas de interés, pero me encontré con un predicament: el contenido que estaba generando no encajaba con mi proyecto creativo, más bien se inclinaban en otra dirección que aún no estaba clara para mí, así que decidí parar el intento de www hasta entender mejor el contenido que deseaba compartir. Pasaron dos años de trabajo introspectivo para entenderlo y aprender a comunicarlo, pero de esto hablaré en otra publicación.

Dos años después, a principios de 2024, me afilié a una recién emergida membresía de creación de contenido en cuya oferta para el segundo mes estaba la construcción de una landing page, la promesa no fue cumplida porque no se alcanzaron los objetivos planteados por parte de la experta en branding estratégico y solicité reembolso. En mayo, solo dos meses después recibí en mi bandeja de correo una invitación publicitaria de una mentora de libertad online y sabía que estaba lista para mi tercer intento, en el asunto se leía: “El reto de la web”.

Los retos están concebidos como tareas que parecen imposibles de realizar en un tiempo finito, pero motivan a personas con excepcional dominio en aptitudes para ejecutar y mantienen enfocados a otros tantos estratégicos para lograr una meta específica. Yo, una learner analítica según mi evaluación preliminar en una prueba de fortalezas, raramente suelo sentirme estimulada por completar estos desafíos y obtener reconocimientos, más me apasiona el recorrido aprender, pero esta vez me sentí motivada con la oportunidad de enfoque para perseguir mi aspiración siguiendo la guía de Tisha Klementz, una traductora española viviendo en Suecia, emprendedora online.

Utilicé parte del reembolso del episodio anterior para inscribirme por 27$ y me aventuré en tres sesiones de preparación y un reto de cinco días con conexiones vía zoom, con el acceso a workbooks para cada encuentro con ejercicios prácticos, la integración en un grupo de telegram para aclarar dudas y correos diarios de recordatorio, resumen y compilación de todos los enlaces a los recursos compartidos, todo de la mano de esta emprendedora con amplia experiencia en diferentes industrias.

Los tres días previos al reto no fueron continuos, fueron encuentros de una hora con saldo positivo para mí que ya había desarrollado algunos conceptos de personal branding y me dediqué a asistir como oyente para reordenar, con base a las guías de trabajo, mi mejorada estructura con una disposición coherente de las piezas de mi rompecabezas, muchas que había estado entretejiendo en el tiempo aplicando principios de marketing digital, en ensayos anteriores, para presentar de mi proyecto creativo en un ambiente online.

Como un desafío emocionante al cuarto día de esta aventura abordé la parte logística de la selección de proveedores de servicios, la inversión de dinero y la personalización de mi página web, resumido en tareas claras y sencillas:

 
• Comprar el dominio.
 
• Adquirir un plan de alojamiento.
 
• Diseñar la estructura.

Siguiendo la recomendación del workbook, elegí una plataforma de marketing y no un sistema de gestión de contenidos (CMS) popular, encontré un plan inicial sin costo como un excelente incentivo para comenzar, fue tan fácil de usar que me dejé llevar y adelanté mi ritmo a la secuencia de instrucciones del reto, pero la configuración técnica impuso incertidumbre por la presencia de incompatibilidades directas entre proveedores, básicamente debía:

 
• Conectar el dominio a mi plataforma de marketing.
 
• Agregar funcionalidades adicionales como la creación del correo electrónico.
 
• Optimizar para motores de búsqueda.

Gracias al buen soporte técnico de Systeme.io pude solventar los errores de conexión vía correo electrónico, aun y cuando esto debía ser respaldado del lado de mi proveedor de dominio, pero esto no sucedió, no hubo respuestas o soporte cuando necesité ayuda con la configuración a pesar de ofrecer un chat en vivo para la resolución de problemas. Asimismo, utilicé otros recursos de ayuda muy interesantes que encontré en Systeme.io, con un buscador fácil en español encontré el paso a paso para hacer la configuración de correo electrónico que de nuevo no fue solventado por el proveedor original sino por la cordial guía de soporte técnico de mi nueva plataforma favorita.

La inversión real de tiempo fue la conjugación de la experiencia de usuario a través de un template que nos compartió la mentora en el reto, en mi mente repetía constantemente que debía consolidar la versión más simple para lograr la publicación de inmediato, sin embargo esto no estaba siendo posible por el aspecto y la distribución de la plantilla, el estilo no permitía adaptar mis imágenes con facilidad a las dimensiones preestablecidas, aunque daba mi mejor esfuerzo para bajar la ansiedad del perfeccionismo, la adaptación infinita de pixeles no estaba siendo óptima.

Reconocer mis limitaciones para gestionar correctamente mis archivos digitales fue el inicio, con frecuencia me encontré en el pasado invirtiendo mucho tiempo en hacer ajustes en el tamaño y relación para insertar mis imágenes en cualquier asistente orientado a objetos. Con la premura del reto no estaba dispuesta a lidiar con esto y decidí buscar ayuda.

Por otra parte, lograr identificar a tiempo la poca flexibilidad de la plantilla prediseñada fue una revelación para la construcción de mi funnel de manera cómoda, armoniosa y completa, era un poco confuso tener que calzar mi contenido a un marco preestablecido, desarrollar textos que no tenía y que al final no se alineaban con lo que yo deseaba transmitir, en ese momento fue muy nutritivo el grupo de telegram con más de 50 miembros aclarando dudas comunes.

Si tú estás explorando la idea de establecer un espacio propio fuera de las redes sociales, tienes algunas habilidades en informática y una propuesta de valor consolidada, eres candidata para aventurarte a construir tu website. De la idea a la acción, sea por tu cuenta o contratando un servicio, considera lo siguiente:

 
• Define tus objetivos e identifica tu mejor forma para comunicarlos, apoya tus textos con un formato visual que te sea agradable para crear periódicamente contenido para nutrir tu sitio web.
 
• Establece un orden lógico para guiar las diferentes secciones que el usuario recorrerá cumpliendo con el propósito en cada página.
 
• Personaliza con paciencia y dedicación, previsualizando desde la primera iteración, editando, agregando elementos y experimenta con las adaptaciones disponible desktop y móvil para ofrecer responsive design.

Si, conocer el proceso completo te hace valorar las aptitudes aportadas por cada profesional, es más allá de un diseño atractivo y la creación funcional de un site, se trata de satisfacer las necesidades de un dueño de una idea (en este caso tú) y quienes vienen a visitar en internet como usuarios. En este momento tengo una visión más clara de los recursos a considerar y los objetivos a seguir para escalar al próximo nivel.

Lamento no haber seguido las recomendaciones detalladas del reto, subestimé las instrucciones y utilicé un proveedor con suficiente publicidad en buscadores genéricos para sesgar mi decisión de compra de dominio, no consulté referencias ni cuestioné la facilidad de uso de la interfaz, tampoco le presté la debida atención a la capacidad para la transferencia, esto puso en duda si lo podía lograr.

En fin, el acompañamiento te ayudará a desarrollar tus skills, y no hablo solo de programación o diseño web, la experiencia también te embarca en la adaptabilidad y resolución de problemas, algunos indispensables en el mundo actual para la presencia digital de tu proyecto creativo, para muchos las redes sociales han abierto una ventana fácil de usar pero tu propio espacio ofrece una ventaja comparativa para expandirte online. A continuación, te dejo una muestra de la visión de la guía del reto aquí.